Ayllu Kuska – en quechua algo así como comunidad/familia y unión-.
Aquí pasé los últimos meses, trabajando en un proyecto educativo alternativo e intercultural en Ollantaytambo,en el corazón del Valle Sagrado, entre alpaquitas, terrazas incas y Apus.
Aquí, hace un tiempo descubrí que los cuentos de hadas se vuelven realidad y los lugares mágicos sí existen: Kuska es eso -personas increíbles sentipensando un mundo diverso, plural, en el que todas las voces son escuchadas, las emociones y sentimientos son protagonistas y los saberes se comparten y construyen entre todxs-…
Algunos meses atrás llegué a Ollanta y -fortuna, coincidencia, destino o una excelente elección tuya @_josesito8 – nos hospedamos en @elalbergue donde conocimos a Aima, una de las fundadoras de kuska, que me invitó a quedarme. Elegí hacerlo y no podría estar más agradecida y feliz con tal decisión porque es un privilegio habitar un sitio en el cual soñar que otra educación -y por qué no, otro mundo , uno más amoroso, empático y respetuoso con todos los seres y la naturaleza- es y está siendo posible…
Kuska es, también, varios mini ayllus, como el salón del que me tocó ser parte: las estrellitas brillantes, cada una tan especial y única como el cariño y felicidad que nos regalan cada día con sus gestos de amor, sus palabras, sus sonrisas, sus descubrimientos, enseñanzas, aprendizajes y logros.
Aquí me enseñaron muchas cosas, entre ellas, que en quechua la palabra chau o adiós no existe; para despedirse dicen tupananchiskama que significa “hasta que la vida nos vuelva a encontrar”; así que…
Tupananchiskama, ayllu Kuska.
Tupananchiskama, ayllu estrellas brillantes.
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