PROGRAMA DE VOLUNTARIADO

“Desde el momento en que llegué por primera vez a Ollantaytambo me llamó la atención la belleza del paisaje y la cultura. Fue muy evidente para mí desde el principio cuánto valora realmente la escuela Kuska una educación de calidad para todos.
Mis compañeros profesores me enseñaron mucho sobre educación, infancia, desarrollo y trabajo en equipo. Kuska es una escuela única donde los niños crecen en mente, cuerpo y espíritu. Los estudiantes pueden ser niños mientras siguen aprendiendo en el nivel y estándares nacionales para la educación. Los niños aprenden a través de un proyecto riguroso y dinámico. El plan de estudios está establecido por profesores altamente capacitados. Los estudiantes se conectan con la tierra, la cultura Inca y entre ellos mientras aprenden materias como matemáticas, lectura, escritura, ciencias, idiomas, música, danza, jardinería, movimiento y más. Los profesores adaptan su plan de estudios en función de las necesidades de los estudiantes en lugar de que los estudiantes se vean obligados a cumplir con las expectativas de la escuela. La escuela también pone un fuerte énfasis en la familia. Muchos miembros de la comunidad pueden encontrar una comunidad de educadores cariñosos y solidarios en los que pueden confiar. Kuska no recibe fondos del gobierno para sostenerse sino que dependen en gran medida de las donaciones y una pequeña matrícula de los estudiantes. Creen tan firmemente que esta escuela debe ser accesible para todos los niños independientemente de sus ingresos, por lo tanto, cada familia paga en una escala móvil basada en sus ingresos. Me siento tan bendecida de haber podido aprender de todos en Kuska a lo largo de mi tiempo en su hermosa escuela. Enseñar inglés a 40 pequeños seres humanos extraordinarios fue un experiencia que nunca olvidaré. Pude ser testigo de un método de educación holístico completamente nuevo que nunca antes había experimentado. Los estudiantes que se gradúan de Kuska no solo están preparados para la secundaria sino que también, para la vida. Considera apoyar a esta escuela para que puedan seguir transformando las vidas de todos más jóvenes del distrito de Ollantaytambo.“

“Pasé un mes jugando con la realidad para aprender de ella en Kuska School. Mi trabajo era ser profesor de inglés, !Pero aprendí mucho más sobre cómo interactuar y aprender con los niños de lo que les enseñé inglés! Los recuerdos están llenos de sonrisas, risas y asombro de cuánto entendieron y aprendieron los alumnos de Kuska de las interacciones entre ellos y con mis brillantes colegas. Mi mayor alegría en Kuska consistió en caminar por el jardín y hablar sobre él en inglés con los niños y niñas, interactuar con ellos en las clases de movimiento de Anahí, verlos aprender y crecer mientras jugaban con arcilla en la clase de Fabi o cantaban canciones sobre el alfabeto y las historias que contaban; leer y ver a los estudiantes mayores involucrarse con acertijos matemáticos (¡y resolverlos antes que yo!) en la clase de Julián. El momento del almuerzo todos juntos fue una alegría para mi y verlos correr con sus familias a la hora de recogerlos con el telón de fondo de los restos arqueológicos y la suave banda sonora interpretada por el río Urubamba fue majestuoso, incluso en este mundo moderno. Un mundo en donde los ritmos antiguos aún se respiran en la comunidad. Fue un verdadero regalo dar lo poco que pude a la escuela Kuska a cambio de la montaña de energía y alegría que Kuska me dió.”

“En agosto de 2016, viajé al Valle Sagrado de Perú para trabajar como maestro voluntario en la escuela Kuska. Aparte de la pura belleza de Ollantaytambo, la singularidad de la pequeña escuela primaria, ubicada en una granja orgánica bien cuidada, y la alegría de pasar día tras día con niños curiosos e inquisitivos, lo que más me impresionó de Kuska fue el enfoque de la escuela hacia educación. Los niños no estaban amurallados, ni literal ni figuradamente. En cambio, sus necesidades individuales e inteligencias personales también fueron tomadas en cuenta, y el trabajo fuera del aula, enfocándose en nuestra conexión y rol en este planeta, se llevó a cabo con el mismo significado que los estudios académicos. Los maestros con los que trabajé vinieron de todas partes del mundo, trayendo consigo experiencias únicas, y la escuela les dio la libertad de crear lecciones que fueran educativas, emocionantes e inspiradoras. Disfruté tanto de mi tiempo en Kuska, que unos años más tarde, en medio de un trabajo profesional a tiempo completo, ¡decidí regresar para otro semestre de enseñanza!”